La familia Nájera en Térraba decidió mostrar al mundo la cultura y tradiciones milenarias de su pueblo.
Quien penetra las entrañas de esta comunidad indígena observa como de la tierra brota sudor, ese rocio baña la piel de la escencia más pura. El aire es tan fresco que abruma los pulmones de los visitantes.
Hay que tener cuidado, en Térraba la naturaleza se reune y los cuerpos llenos de smog necesitan unos instantes para absorber el aliento que sopla las hojas de los árboles en las profundidas de la zona sur de Costa Rica.
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