martes, marzo 24

El grito de las paredes salvadoreñas



Ciento cincuenta jóvenes tomaron sus spray, latas de pintura y brochas, para derrochar su arte y sus opiniones en las paredes de las avenidas más importantes de El Salvador.

Ser joven en El Salvador sea criminalizado, es decir, si un policía ve a un muchacho caminado por la calle, y este joven viste pantalones anchos al estilo rapero, inmediatamente este simple muchacho que venía de su trabaja o centro de estudio es señalado como mareo.

Real Akademia es un grupo de jóvenes salvadoreños, ellos con su voz pitan la realidad de su país.




Estos jóvenes dejaron de lado el temor a la represión. El Plan Mano Dura, Implementado en el año 2003, prohibía y castigaba a las personas que mostraban su indignación y sus pensamientos a través de los graffitis.

Sin embargo, la alcaldía de San Salvador lidera por el partido de oposición el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional permitió que los jóvenes plasmaran en las paredes de la ciudad sus preocupaciones, sueños y el deseo de un país donde todas las personas puedan encontrar mejores oportunidades.

Ernesto Rodríguez, es un joven de 17 años de edad. Él le propuso al pastor de su iglesia formar un grupo de graffiteros, para llevar mensajes positivos a todos los transeúntes que camina por las calles de San Salvador.

El pastor de Ernesto se negó. Pero este joven convocó por la Internet a un grupo de amigos y decidieron tomar las paredes de esta ciudad como lienzos.

“Para los jóvenes es bien difícil que el gobierno o la iglesia los escuche, que los tomen en cuenta, y en un graffiti si la gente se pone a ver entiende que en realidad es algo por donde nos podemos expresar. Todos los problemas se pueden resolver dialogando. Y con un plan como la Mano Dura es mentira que se va hacer, porque la violencia genera más violencia” le contó Erenesto a Rosalin Hernández, periodista salvadoreña, en el libro Más allá de las victimas y culpables.

En los graffitis pintados en las paredes de San Salvador, está dibujada la estatua de la Libertad con una máscara antigases y un spray, según sus los jóvenes artistas esto demuestra la burla a la libertad de expresión y las políticas migratorias de los Estados Unidos, que imponen las pautas de comportamiento de esta nación.

Un graffiti no es un simple dibujo pegado en una pared.
Un grafitti es la voz de quienes están cansados de hablar y no ser escuchados.
Es una forma de canalizar el descontento de un país como El Salvador donde la esperanza es carcomida por la falta de empleo, la violencia y por las miles de ciudadanos que abandonan sus hogares en busca de las oportunidades que su país se ha negado a construir.

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